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Ofensiva china en Propiedad Intelectual: ¿cómo afecta a las empresas argentinas?

En los últimos dos años el gigante asiático ha tenido una serie de reformas en su normativa interna en relaciones de Propiedad Intelectual e Industrial que han generado un boom de demandas judiciales. Si bien antiguamente se relacionaba las empresas chinas con actos de falsificación o violación a las leyes de propiedad intelectual e industrial, la realidad es que en la última década -y probablemente gracias a las políticas de desarrollo de propiedad intelectual- el paradigma se ha modificado y son las empresas chinas quienes hoy demandan a empresas extranjeras por tales infracciones.
En una nota reciente publicada en Nikkei Asia se aborda esta problemática desde el punto de vista de varias empresas japonesas, no obstante, esta situación no deja de ser una alarma o un punto a considerar por cualquier empresa argentina que desarrolle sus negocios en el gigante asiático.
 
Ya sea que se tercerice la fabricación de productos (desde textiles hasta repuestos automotores, desde vinos hasta productos de iluminación), o directamente se importe productos en base a catálogos, se deben tomar mayores precauciones a fin de evitar ser víctimas de esta creciente litigiosidad que permiten los recientes cambios legislativos y que han triplicado las demandas desde el año 2016 hasta el 2020, llegando a más de 25 mil juicios por infracción a derechos de Propiedad Intelectual e Industrial, incluyendo una demanda contra Apple Inc. por parte de una empresa de IA (inteligencia artificial) que sostiene que el sistema de reconocimiento de voz de Siri infringe sus patentes.
 

Entre el 2019 y el 2020 se han modificado las leyes de marcas, de competencia desleal, patentes y copyright, elevando los daños resarcibles hasta diez veces, incorporando el concepto de daños punitivos y la reducción de la carga probatoria.

En este sentido, no han sido pocos los casos en los que una empresa argentina descubre tras varias temporadas, que su marca ha sido registrada en aquel país por parte de su proveedor, y que esto le impide pensar en cualquier cambio (transformándolo en un cliente cautivo) o lo obliga a iniciar costosísimas demandas judiciales con finales inciertos. Tampoco sería novedoso encontrarse con un juicio por infracción a una patente o modelo industrial por productos adquiridos a proveedores que no cuentan con los derechos necesarios para su fabricación en aquel país.

Estas circunstancias ya no pueden considerarse como casos aislados y obligan a las empresas argentinas a tomar cartas en el asunto y asesorarse previamente, a ser proactivos en la protección de sus derechos y a requerir la asistencia de especialistas en propiedad intelectual e industrial al momento de redactar o revisar sus contratos de compra o fabricación.

Como siempre explicamos a nuestros clientes, resulta vital asegurarse que cualquier derecho de propiedad intelectual de la empresa argentina sea debidamente registrado en china, y nunca permitir que sea el proveedor quien se encargue de estas cuestiones.